Vivir en Artà - Mallorca
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Plaça de S’Aigua en nuevo esplendor
Durante décadas, la plaza del agua en el casco antiguo de Artà - Sa Plaça de S'Aigua - parecía hundirse en un profundo sueño, abandonada descuidadamente por los artanenses. Sin embargo, para el flâneur curioso, que como Figaro da la vuelta dos veces a cada piedra del pueblo, prometiéndole una historia oculta, este extraño rondel con su bomba de agua de hierro fundido fue durante mucho tiempo un irritante signo de interrogación.
Sólo los dibujos de género sobre la vida en el antiguo Artà pre-turístico de la pluma de su amigo Nicolás Casellas lo pusieron en la pista. ¿No fue la bomba un testigo de una época en la que principalmente las mujeres del lugar se reunían en lugares como estos para recoger el agua diaria que llevaban a casa en sus jarras junto con los últimos chismes?
Dibujos de Nicolás Casellas
Lugar muy céntrico y comunicativo en aquel entonces, esta plaza de S'Aigua, antes de que en los años 80 del siglo pasado, con la introducción de una moderna red de agua, la fuente perdiera su función histórica como importante depósito de agua y la plaza perdiera su estatus urbano.
Con la apertura de un café bistró, después de décadas de estancamiento, la nueva vida parece finalmente volviendo en la plaza. Un lugar de cita genial, ¡así que al gusto de la gente ociosa de hoy!
Especialmente en las horas de la noche, cuando las luces de la ciudad sumergen la antigua Plaza de la Fuente con luz suave, despliega este lugar su encanto mediterráneo. A continuación, las casas circundantes vuelven a encantar a la Plaça de S'Aigua transformándola de nuevo en un teatro redondo, aunque esta vez menos amas de casa que flâneurs son los actores principales. A Fígaro también le gusta usar este escenario recién inaugurado para charlar sobre una copa de vino con viejos amigos y conocidos.
El otro día, su alegría fue especialmente grande cuando Javier, que creció aquí en la plaza, se perdió en los recuerdos de su infancia, los días en que estaba orgulloso de llevar todo un duro a su hogar, porque una vez más había vuelto a llenar las jarras de agua para las amas de casa, girando él la manivela de la bomba de agua con tanto éxito. Esa noche, los dos no lo dejaron con un vaso.
El Fígaro del Norte
* Artà – un pueblo encantador en el nordeste de Mallorca *