"La heroica
ciudad dormía la siesta ..."
Fígaro sonrió para sus adentros, satisfecho, al recordar
este conocido inicio de novela. Ahuyentó el recuerdo de las tintineantes
cajas de los centros comerciales, del olor navideño de las salchichas de
Turingia y del ponche alemán de vino tinto con especias...
|