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En busca de |
estelas
culturales... |
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Se trató de un caso de particular suerte cuando, con el entusiasmo de los
pequeños, el carnaval infantil en el año de Chopin 2010
– con motivo del 200 aniversario del nacimiento de Chopin – le
ofreció un inesperado espectáculo. Qué idea tan preciosa: ¡citas de
preludios en la gélida Artà! Al parecer, las antiguas reticencias se
disiparon ante la sospechosa tos tan ensordecedora del extranjero con el
sonido del familiar preludio de las gotas de lluvia… |
En este emocionante homenaje, también Fígaro volvió a sentir el reclamo de
la antigua Cartuja de Valldemossa, aquel lugar que George Sand describió
como «la residencia más romántica del mundo» en su célebre libro de viajes
Un invierno en Mallorca. |
Pero, ¡qué sorprendente abundancia de valiosos testimonios se acumuló en
las celdas 2 y 4 para aquella estancia de tan solo tres meses de duración!
Cartas originales, manuscritos, partituras, también los dos pianos tan
diferentes de los que nacieron las obras de aquel invierno de 1838-39,
espartanos dormitorios con vistas a un paisaje fascinante y, por último
pero no menos importante, las sutiles facciones una y otra vez de esta
pareja inolvidable… |
Solo gradualmente se fue cedando en Fígaro la alegría espontánea por
tantos descubrimientos inesperados ante la meditación: ¡cómo sería si se
realizara una exhibición conjunta de la coexistencia de ambas celdas! Una
en cuyo horizonte se experimentaría de la misma forma la tormenta
revolucionaria, que también se llevó consigo la cultura secular de las
cartujas en Valldemossa, que la exceptional situación emocional de la
desigual pareja de enamorados...
incluso las molestias permanentes en la vida diaria, a las cuales se debió
sumar la exótica presencia de los extranjeros para el entorno rural
(¡la madre casada con sus dos hijos adolescentes y su preocupación
constante por su amado «enfermo»!) |
En el viaje de regreso, pasados los campos de almendros en fase final de
floración, ya se había vuelto a tranquilizar. Al final, Fígaro supo que
los límites de la tolerancia hacia la excentricidad de la naturaleza de
los artistas han sido muy reducidos en todos los tiempos; tanto en
Mallorca como en cualquier otro lugar. Y, de esta forma, se dio por
satisfecho con el amplio abanico de sugerencias que le proporcionó la
excursión a Valldemossa para un encuentro reiterado con Chopin. |
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